Jiujiang, una ciudad histórica ubicada en la provincia de Jiangxi, China, se enorgullece de su rica gastronomía. Entre sus platos más emblemáticos destaca el “Plato de queso ahumado y pollo” (熏肉鸡), un manjar que combina sabores intensos y texturas contrastantes, conquistando paladares tanto locales como internacionales.
Este plato se distingue por la singular combinación de ingredientes:
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Pollo tierno: El corazón del plato reside en el pollo, generalmente muslo o pierna, cocinado hasta alcanzar una textura suave y jugosa.
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Queso ahumado: El queso ahumado aporta un sabor único y persistente, con notas ahumadas y saladas que complementan la dulzura natural del pollo.
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Hongos shiitake: Estos hongos añaden un toque terroso y umami al plato, elevando su complejidad culinaria.
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Verduras frescas: Cebolla verde, pimiento rojo y zanahoria aportan frescura y vibración de colores a este deleite culinario.
La Danza De Los Sabores
La magia del “Plato de queso ahumado y pollo” radica en la armonía de sus sabores. El pollo tierno, adobado con una mezcla de especias que incluyen jengibre, ajo y vino de arroz, adquiere un sabor delicado y aromático. El queso ahumado, por otro lado, aporta un toque salado y ahumado que contrasta con la dulzura del pollo.
Los hongos shiitake, cocidos hasta obtener una textura carnosa, añaden un toque terroso y umami que enriquece la experiencia gustativa. La cebolla verde picada, el pimiento rojo en rodajas finas y la zanahoria rallada aportan frescura y un toque dulce a este delicioso plato.
Preparación Tradicional: Un Ritual Culinario
La preparación del “Plato de queso ahumado y pollo” es una danza culinaria que requiere precisión y técnica. El pollo se marina con una mezcla de especias cuidadosamente seleccionadas, incluyendo jengibre fresco rallado, ajo picado fino, salsa de soja, vino de arroz Shaoxing y un toque de azúcar morena.
Luego, el pollo se dora a fuego medio-alto en una wok caliente hasta obtener una textura dorada y crujiente por fuera y jugosa por dentro. El queso ahumado se corta en cubos pequeños y se agrega al wok junto con los hongos shiitake previamente salteados.
Finalmente, las verduras frescas se incorporan a la mezcla y se cocina a fuego lento hasta que estén tiernas pero conservando su textura crocante. El plato se sirve caliente sobre un lecho de arroz blanco, adornado con cilantro fresco picado para añadir un toque final de frescura.
Variaciones Regionales: Una Sinfonía de Sabores
El “Plato de queso ahumado y pollo” ha inspirado diferentes interpretaciones regionales, cada una con su propio encanto culinario. Algunas versiones incorporan ingredientes adicionales como bambú en rodajas finas o tofu firme para agregar textura y sabor.
En otras regiones, se utiliza un caldo claro a base de verduras o pollo para crear una salsa ligera que acompaña al plato, realzando sus sabores sin abrumarlos. La presentación también varía según la región, desde platos individuales hasta grandes bandejas compartidas ideales para disfrutar en familia o con amigos.
Más allá del Plato
El “Plato de queso ahumado y pollo” no es solo un manjar delicioso; es una ventana a la cultura culinaria de Jiujiang, reflejando la historia, los ingredientes locales y las tradiciones gastronómicas de esta región. Cada bocado invita a explorar un mundo de sabores intensos y texturas contrastantes, ofreciendo una experiencia culinaria única que deleitará a cualquier amante de la comida china.
Para quienes buscan una aventura gastronómica auténtica, el “Plato de queso ahumado y pollo” es una opción irrechazable. Su combinación inusual de sabores y texturas lo convierte en un plato memorable que invita a repetir la experiencia.